EL AUTOJUICIO
El dolor más grande que puede
sufrir el ser humano, cuando entra, que tarde o temprano entra en plena
consciencia, en un momento determinado de su vida o en momentos determinados de
su vida, es el autojuicio.
Shilcars
Shilcars
Queridos
hermanos, amigos, muy buenas tardes, soy Shilcars del planeta Agguniom.
Un día
más con vosotros intentando por todos los medios que vuestra vibración se
mantenga en alto, vuestro optimismo y alegría continúen.
Es tan solo la ilusión de unos
niños jugando en este mundo 3D, que hará posible que todo se resuelva
favorablemente y nazca de dicha ilusión un proyecto de futuro. Un proyecto que
nos sirva para replicar, en todas partes, allí donde haga falta, la misma
emoción.
Sin duda alguna el medio procura
que el entusiasmo, la alegría, el buen humor, desaparezcan. Al medio le
interesa tener a las personas dominadas por el miedo, el miedo al futuro, al
qué dirán, a la carestía, incluso a las guerras fratricidas.
Este
es un ejemplo de lo que el medio quiere: atemorizar, porque esta es su misión.
Y lo es precisamente porque el propio medio se da cuenta que es imposible
mantener unido un rebaño. Y no es imposible, sino que tal vez es difícil y
complicado el hecho.
Sin
embargo hay soluciones para que todo el mundo pueda vivir en paz y armonía. Y
estas soluciones no se encuentran en el mismo núcleo de esta sociedad
atemorizada.
Por eso el medio, intentando hacer lo mejor posible,
que la situación mejore, está buscando en el propio inventario de la misma
sociedad, y esto es difícil de hallar, si bien en pequeños grupúsculos se
encuentra tal relación.
El medio,
pues, no tiene culpa de que el rebaño cada día más esté alterado. Y
precisamente lo está porque la masa gris amorfa en la que se creía estaba la
sociedad no es realmente así. La sociedad no lo es gris y difusa, sino que es
el resultado de todos y cada uno de vosotros, trabajando en pos de la libertad
del pensamiento.
Sin
embargo, también, es muy paciente esa “masa gris amorfa”. Se deja dominar porque
en el fondo es paciente y busca siempre el desarrollo evolutivo en paz y
armonía.
Si fuese lo contrario, se
establecería una gran tensión y esto no es lo que quiere esa “masa gris
amorfa”, sino lo que quiere toda esa gran mayoría de seres humanos en busca de
la libertad es, precisamente, hallarla en paz.
La
sociedad actual, sabiendo íntimamente lo que quiere y lo que busca y lo que
necesita, únicamente precisa un enfoque racional, lógico y amoroso. Unas
directrices o lineamientos que le permitan una mejor distribución de la riqueza
y de lo que la vida, en general, ofrece.
Así
que tengamos en cuenta dicho factor, el medio no es culpable ni la masa lo es
tampoco, lo único que ambos necesitan son los cauces adecuados para establecer
el proceso de todos y cada uno de vosotros. Aunque también todos y cada uno de
vosotros no podéis permanecer con los brazos cruzados, esperando que de arriba
os llegue el maná, que los demás arreglen la situación, la corrijan o la
mejoren.
Todos y cada uno de vosotros debéis
mejorar la situación, sabiendo que todos y cada uno podéis aportar a esta
sociedad vuestra lo necesario para que sus efectivos fluyan y la mejora general
sea un hecho.
Y allá cada cual con su pensamiento
de posesión o su deseo de mantener sus riquezas. Ahí no debe importaros el
pensamiento, ningún pensamiento de este tipo. Cada uno sabrá lo que ha de hacer
en su vida. Si bien el acumular riqueza, por el solo hecho de acumular, al
final no repercute en nada, sino que trae consigo la propia miseria, y la
miseria de los que le envuelven.
Lo importante es participar de esa riqueza y ya no
solo material, sino espiritual, lo importante es mejorar el pensamiento de
todos y cada uno de vosotros. Los mayores intentando
agarrarse al tren de la evolución espiritual y los que están aún en su
juventud, que puedan ver en vosotros el ejemplo a seguir para enderezar sus
propias inquietudes y dirigirse con seguridad a un planteamiento global
regenerador.
También los que estáis aquí tenéis
responsabilidades, aunque lo más importante es que las mismas nadie os las va a
exigir, nadie os pasará cuentas, aquí nadie juzga a nadie, porque si fuese así
sería muy sencillo y uno se quedaría exculpado tan solo con el juicio de los
demás y su conciencia quedaría tranquila pero no es así exactamente.
El dolor más grande que puede
sufrir el ser humano, cuando entra, que tarde o temprano entra en plena
consciencia, en un momento determinado de su vida o en momentos determinados de
su vida, es el autojuicio.
Temed, y esta es la palabra, el
autojuicio por no haber cumplido eficazmente vuestro compromiso al venir aquí.
En un lugar determinado del tiempo y el espacio pasaréis cuentas, vosotros
mismos, y si acaso no habéis solucionado, con voluntad, con armonía, con
hermandad, con amor, las dificultades vuestras y las de los demás, pudiendo
hacerlo, el dolor será inmenso.
Tenedlo presente, el autojuicio
pues es un aspecto en el que habréis de reflexionar. Eso quiere decir que tarde
o temprano tendréis que mirar cara a cara a vuestra réplica, y ella no se deja
engañar porque nos comprende perfectamente, pero sabe aplicar la vara adecuada
para enmendar lo hecho, pudiendo corregir desviaciones cuando ha sido el
momento.
Por eso nuestro campo de visión ha
de ser el perfeccionamiento del pensamiento, mirar profundamente en nuestro
interior a través de la trascendencia y averiguar qué motivos han sido los que
han procurado nuestra presencia aquí y ahora. El porqué estáis en una
conversación interdimensional, con un ser humano de Agguniom, comprometido con
vuestro progreso. Y preguntaros también qué hacéis vosotros al mismo tiempo,
para vosotros mismos y también hacia los demás.
Cómo compartís vuestra vida, vuestras ilusiones,
vuestros conocimientos. Y tened en cuenta, hermanos, que este mundo, la
felicidad en este mundo, no está en la riqueza ni en la posesión ni en el poder
ni en los privilegios. Está en lo más sencillo, allí encontraréis la felicidad,
por lo que os invito a que seáis observadores, abráis bien los ojos y observéis cualquier nimio detalle, en la
calle, al pasear, en el parque, en la playa, en la montaña, en una conversación
entre amigos, en cualquier faceta de vuestra vida podéis encontrar la felicidad
y para ello no se necesita nada más que estar atentos y observar, y veréis que
la felicidad es lo más simple y está en lo más humilde de vuestro pensamiento.
Eso sí, libre de prejuicios, de
deseos y únicamente mirando y observando la realidad. Porque en la realidad
está vuestro pensamiento, aunque el mismo esté aún inundado de apegos y de
miedo. Pero es posible que esto desaparezca con tan solo prestarle atención.
Uniros entre todos, codo con codo,
y veréis cómo lo que os indico va por buen camino, puede posicionaros en un
determinado lugar en el que compartir en hermandad y celebrar la venida de las
sociedades armónicas, para el progreso de vuestras familias y el de las
generaciones futuras.
Porque este planeta va a sufrir
cambios pero no a desaparecer. Este planeta es vuestro futuro hogar, el de las
sociedades armónicas, donde poder vislumbrar perfectamente otras realidades
simultáneas, pero para ello únicamente bastará que abráis bien los ojos, porque
si así no lo hacéis no veréis nada, os sumiréis en un desconcierto, en una
ceguera y en un rechinar de dientes.
Amados, os mando mi bendición.
Amor, Shilcars.
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