"UNA SOCIEDAD INTELIGENTE"
A LO LARGO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD,
SE HA IDO GENERANDO UN CIERTO OSCURANTISMO,
PERO EL OBJETIVO DEL HOMBRE ES ENCONTRAR
LA RAZÓN DE LA VIDA Y DE SUS CIRCUNSTANCIAS
-Sili-Nur.-
A lo largo de la historia de la Humanidad, se ha ido generando un cierto oscurantismo,
a modo de indiferencia, ignorancia, perturbación, dispersión y un largo etcétera.
Todo ello adornado con la rutina, las ideas preconcebidas, el estatus social, la
sociología ecuménica y, como es natural, de un sin fin de intereses centrados
básicamente en el control exhaustivo de la población, empobreciendo ciertas partes
de la sociedad. Como reflejo de estas circunstancias anómalas, adrede,
se ha ido surtiendo de incógnitas a la sociedad para desvirtuar, distorsionar, decantar,
unos arquetipos en pro de un interés egoísta y a la par económico y, por qué no,
en cierto punto político, dando al traste con la bienaventuranza, el espejo que debe
tornasolarse en un conocimiento mutuo entre los mismos individuos,
fruto del intercambio de pareceres libre y espontáneo a todos los niveles.
Así, la sociedad en general, con dichas características ha ido limitando el libre
albedrío a tan sólo la esperanza de la supervivencia y poco más. Todo ello
intencionadamente transmitido, como para dar una idea concreta de que si el individuo se
aparta de esta senda, conocerá tan sólo la desesperanza y el infortunio.
Esta actitud errónea, se torna en contra del individuo y de la propia sociedad en la
que vive, empobreciendo al conjunto, desde el inferior hasta el superior. Perdiendo, como
es natural, todo el encanto que puede producir una sociedad inteligente y cultural,
espiritualmente hablando.
Y esto es tan sólo una breve idea de lo que puede llegar a ser una sociedad que
únicamente prima el desarrollo material, intelectual, cultural y en unos niveles digamos
exageradamente proclives, a abandonar el aspecto íntimo, interno, espiritual, que ha de
llevar al individuo al encuentro consigo mismo.
El transmitir el conocimiento únicamente a ciertas parcelas de la sociedad, a una
cierta élite social o económica, estamos tergiversando los derechos básicos de todo
individuo.
Cuando enraizamos unas costumbres, unos cultos, una religiosidad, a favor de
una minoría y abandonamos los razonamientos propios de esa gran mayoría, esa masa
crítica, que es la que en definitiva hace progresar a las sociedades, nos encontramos
nuevamente con un doble empobrecimiento.
El objetivo del Hombre es encontrar la razón de la vida y de sus circunstancias.
Con amor. Sili-Nur.
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