TRILOGÍA SOBRE EL PERFECCIONAMIENTO DEL PENSAMIENTO

“A través de la auto-observación de instante en instante podremos penetrar 
en ese mundo completo, en ese mundo objetivo, en el que entresacar 
conclusiones, en el que observar verdaderamente nuestra realidad 
circunstancial. Y ya luego, en el mundo tridimensional, podremos modificar 
aquellas trayectorias que tal vez no sean del todo correctas, incluso erróneas” 
-Shilcars-

INTRODUCCIÓN

La auto-observación es la gran herramienta que se nos ha dado. 
Constituye el núcleo esencial de todas las prácticas espirituales, que bajo 
diversas formas y denominaciones (meditación, introspección, autoindagación...) 
se fundamentan en la búsqueda de un  procedimiento que nos conecte a nuestra 
esencia, a nuestro centro, a nuestra realidad.  

La auto-observación comprende la teoría y la práctica del autoconocimiento. 
Empezamos por observarnos a nosotros mismos, nuestros gustos, 
inclinaciones, preferencias, rechazos, identificaciones... y así vamos 
reconociendo las capas que recubren nuestro ser, y que hemos ido creando por 
medio de la mente que gusta identificaciones y rechazos, para auto-afirmarse, 
para sentirse segura.
  
Este es el primer paso de percepción de nosotros mismos, ese sujeto 
extraño que convive cada día con nosotros, y que se conforma entorno a una 
idea del yo, que no siempre es positiva, proyectándose en un ideal del yo, 
donde quisiera establecerse, y que se enmascara bajos diversos disfraces, 
para ocultar su frecuente inseguridad.  

La auto-observación en sus primeros momentos nos lleva a darnos cuenta 
de que todo aquello que rechazamos con más vehemencia es parte de nosotros 
mismos, una parte que no queremos aceptar, pero que conviene reconocer para 
neutralizar y transmutar. Aquello que apreciamos y  valoramos también forma 
parte de nuestros anhelos, pero tenemos que depurar los valores sobre los que 
nos sustentamos, ¿hacia dónde van dirigidos? ¿Hacia el refuerzo de la 
dependencia o hacia la libertad? 

La auto-observación, si seguimos sosteniéndola, nos muestra nuestras 
debilidades, carencias, dolencias, identificaciones. Y nos va permitiendo 
reconocer por encima y por debajo de ellas que nuestra realidad, en cambio, es 
la de un ser libre, creativo, feliz y desapegado, pero que ha errado en muchas 
decisiones mediante identificaciones, creyendo que  en lo que ellas procuraban 
estaba nuestra emancipación. 

La auto-observación nos lleva a ser conscientes de  la renuncia que 
tenemos que hacer de todo lo que nos esclaviza y limita, de lo que nos impide 
ser nosotros mismos. Muchas veces esas trabas las atribuimos a circunstancias 
externas, al entorno, pero la auto-observación nos  dice que el entorno no nos 
limita sino le permitimos que lo haga, que nuestro  pensamiento es 
completamente libre. 

La auto-observación nos tiene que ir llevando a reconducir nuestra vida 
hacia los valores y verdades que nos constituyen, y que tenemos que aprender a
descubrir por nosotros mismos, sin permitir que nadie nos diga lo que nos 
conviene, o haciendo dejación de nosotros mismos, abonándonos a algo o 
alguien externo. 
La auto-observación nos permite descubrir que si bien tenemos deseos no 
somos nuestros deseos, si tenemos pasado no somos nuestro pasado, si tenemos 
miedos no somos nuestros miedos. Que siempre somos algo más allá que no 
está limitado por nada que no queramos que nos limite. 

Más adelante, la auto-observación nos permite encontrar en nosotros 
mismos un núcleo de realidad, de amor, de verdad, que está en nuestro interior 
y que proviene de algo trascendente.  
Siguiendo el ejercicio de la auto-observación descubriremos mucho más 
sobre nuestra realidad interna, un inmenso continente se abre ante nosotros en 
esa ilimitada exploración interior.  

La auto-observación nos centra en nuestro núcleo de realidad, nos acoge 
con verdad y sentido, nos dilata, nos amplía, nos hace más comprensibles, 
pacíficos, tolerantes y amables con nosotros mismos y con los demás.  
Así la auto-observación sigue y sigue su andadura, pues con su ahondar 
en nuestra naturaleza encontraremos que esta no tiene límites.


Comentarios

Entradas populares de este blog

“VINISTE DE LAS ESTRELLAS, ¿LO RECUERDAS?”

LOS CAMINOS QUE CONDUCEN A LA VERDAD SON INFINITOS

CÓMO LLEGAR AL PUNTO DE EQUILIBRIO, DONDE UNO TRASCIENDE.

LAS SOCIEDADES ARMÓNICAS

2014 - UN AÑO CRUCIAL PARA EL DESARROLLO DE VUESTRAS PERSONAS