"LA ENTROPÍA"
EL CONOCIMIENTO HOY EN DÍA, EN PLENO SIGLO XXI DE VUESTRA ERA,
HA LLEGADO A FORMAR PARTE DE VUESTRA PERSONALIDAD INTRÍNSECA.
Y AHORA EL SER HUMANO NO TIENE BARRERAS PARA EL CONOCIMIENTO.
-Shilcars-
Si el individuo, y la masa humana en general, tiende a no
rentabilizar su estado vivencial clarificando su camino, sus impresiones, no
desapegándose en lo posible de esa noria o rutinaria noria que le lleva
siempre al mismo sitio, evidentemente no va a ir ningún sitio en concreto.
Porque las fuerzas de la entropía llegan a aglutinar un sentido no evolutivo
en cuanto a ampliación de caracteres y de personalidad, y alteran dicho
proceso hacia la involución.
No se trata de jugar al “si acertaré o no acertaré”, “ya veremos qué
pasa”, “ya veremos cómo el juego se desarrolla y entonces ya
maniobraremos”, porque esa solución es poco rentable y eficaz.
El hombre de vuestra generación tiene los componentes adecuados,
y lógicamente puede establecerse en una relación abiótica
superdesarrollada. Que esto nos indica que el hombre puede obtener
todo aquello que precise y sea de orden básico para el desenvolvimiento
en su estado tridimensional. Pero nunca las cosas van a venir a través
del azar, de la casualidad.
Por eso es necesario que asumáis el rol en vuestras vidas como para
impulsar debidamente esta existencia tridimensional, llegando a
consolidar los arquetipos necesarios. Proveyéndoos, además, de aquellas
herramientas, mentales por supuesto, que van a hacer posible el cambio
cromosómico y adeneístico.
Lógicamente, el resto lo va a poner el propio cosmos en su
reestructuración constante, y ampliar aquellas mentes que vayan
a propiciar en lo posible dicha apertura mental.
NADA SE VA A DAR REGALADO
Nada se va a dar regalado, supongo lo vais a comprender. Y lo
comprenderéis perfectamente porque el individuo se desarrolla en su
estado anímico y espiritual a través de un profundo reconocimiento de sí
mismo, a través de la propia conscienciación de su estado.
Dejemos, para otra ocasión, el hecho del mantenimiento y la
preservación de las especies cósmicas como puntos evolutivos tan solo,
y de supervivencia. Que esos puntos sí que de alguna forma, los más
adelantados, procuran que se establezcan equilibradamente. Pero a lo
que me refiero es a esa evolución espiritual, anímica, del intelecto o
intelectualidad superior. Y esta verdaderamente no se regala,
amigos, hermanos.
Es importante hacer cada día un pequeño esfuerzo más para ir
avanzando. Evitando, claro está, que esa ley de entropía nos agobie
y haga retroceder, aunque sea tan solo un palmo. Esto, evidentemente,
hemos de evitarlo, y para ello nuestro estado conscienciativo sirve
para tal menester.
También podríamos hablar del proceso evolutivo en vuestro nivel. El
proceso que utiliza el cosmos para transformar a sus criaturas a un nivel
mental. El porqué, a veces, el cosmos en contradicción a una lógica
evolucionista, se retrotrae y “malinterpreta”, según criterio subjetivo, el
proceso evolutivo trayendo destrucción, tal vez también creando
confusionismo.
Y es por una sencilla razón: porque el elemento humano consciente
de sí mismo debe estar alerta siempre y no dormirse en los laureles. A
través de tales divergencias y contratiempos, el ser humano se enfrenta
continuamente con la dualidad de un mundo que por un lado le puede dar
todo lo que precisa, y por otro le resta todo aquello que cree necesitar. Y
esta es una gran realidad.
EL ESFUERZO SE VERÁ RECOMPENSADO
Aunque Tseyor, y grupos similares en este planeta, tengan la
asistencia y el asesoramiento junto con la información y las referencias de
otros niveles, ello no significa privilegio alguno. Porque el esfuerzo se verá
siempre recompensado en función del trabajo grupal, del trabajo de cada
uno primero, de su esfuerzo en un trabajo interior que repercuta en el
desarrollo evolutivo grupal.
Las sociedades se han ido desarrollando a lo largo del tiempo por
medio del esfuerzo individual primero, compartido a través del grupo.
Elementos que se han distinguido en facetas intelectuales, sociales,
incluso económicas, han aportado al grupo sus conocimientos, y el grupo
en sí, las sociedades en sí, han ido evolucionado hacia puntos de
referencia importantes. Y esto no es únicamente fruto de un pasado
reciente, sino un hecho de siempre. Y siempre se va a producir así.
Las sociedades no evolucionan con el impulso que pueda dar un
solo individuo, sino en la mecánica operativa que ese mismo individuo
logre transmitir al grupo.
Y entonces sí, el grupo funciona, se expande, se enriquece, florece.
Pero siempre partiendo de que el grupo, la suma de sus individuos, no
es una masa gris amorfa, sino la de unas voluntades conscientes.
Si el grupo funciona, funciona para todos. Y el grupo dejará de
funcionar cuando el componente de esa masa crítica grupal se adormezca,
y se pierda en los laberintos de un mundo intelectual subjetivo.
Por ello, amigos, hermanos, el carácter evolutivo de la raza humana
tiene un componente que le viene dado primeramente por una razón
histórica primigenia, y luego por el valor que esa misma raza haya sabido
dar a su estado conductual, a sus acciones, y al desenvolvimiento de su
conocimiento en aras a favorecer el intercambio de ideas
y de pensamientos.
El conocimiento hoy en día, en pleno siglo XXI de vuestra era,
ha llegado a formar parte de vuestra personalidad intrínseca.
Y ahora el ser humano no tiene barreras para el conocimiento.
Puede hallar información en todas partes, le es muy fácil adquirir
conocimientos. Y solo falta que dichos conocimientos, que puede y suele
adquirir a diario, los sepa encauzar adecuadamente hacia un componente
común de enriquecimiento grupal.
Si así lo hace se estará preparando para el nuevo examen evolutivo.
Esa especie de salto evolutivo o cuántico que como una escala vibratoria
más le va a situar en una determinada órbita celeste, holográfica, en la
que con su pensamiento indagar en procesos muy profundos de la
psicología mental.
Y cuando hablamos de procesos muy profundos de la psicología
mental, nos estamos refiriendo incuestionablemente al mundo
adimensional, al mundo creativo.
Todo ello nos viene a indicar que el proceso que va a seguir el
hombre a partir de ahora lo será fuera de las coordenadas
tridimensionales. Y para establecerse puntualmente en un nivel en el cual
su pensamiento le procure identidad propia. Tanto como para formular
sus propias preguntas y recibir sus propias respuestas.
EL HOMBRE RECIBIRÁ SU PROPIA RESPUESTA
Fijaros que es interesante matizar ese aspecto: el hombre va a
formular sus propias preguntas y recibirá sus propias respuestas. Esto
quiere decir que no las va a recibir de nadie más que de sí mismo.
Estamos acostumbrados a aprender a través de lo que nos dicen
nuestros maestros, nuestros guías, pero llega un momento en que esta
situación cambia. Y cambia precisamente cuando se precisa cambiar. Y en
dicho cambio se produce una revolución del pensamiento, por cuanto es
el propio pensamiento que por sí mismo establece las debidas pautas
de comportamiento.
Esto quiere decir que el individuo, si llega a este punto de
posicionamiento psicológico y mental, tendrá que individualizarse en un
proceso personal e íntimo y, a cambio, favorecer el desarrollo grupal.
Porque esta es la mecánica operativa en esos niveles adimensionales.
No podemos pensar que vamos a desarrollar nuestro estado
anímico, espiritual, de forma individual, sino que tal hecho evolutivo lo
será en conjunto. Porque si no es así habrá sido un error de apreciación de
tipo egoico muy personal: creer que el desarrollo personal es único e
insustituible, y que debe figurar como primer punto en la adaptación
de la nueva psicología.
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