"LA ESPIRITUALIDAD DEBE FLORECER A TRAVÉS DE UNA VIDA
LLEVADA CON ARMONÍA, EQUILIBRIO,
ESTADO DE ÁNIMO COMPLETO Y ESPECIALMENTE ENRIQUECIDO
POR EL ANHELO DE SUPERACIÓN Y PERFECCIONAMIENTO".
-Sili-Nur-
Amigos, buenas noches.
El trato con la espiritualidad no es objeto ni mercancía que almacenar para utilizar
en el momento necesario o conveniente.
La espiritualidad es algo que nace de la fuente primigenia del consciente superior y
que debe ir perfectamente armonizada con un equilibrio en el mundo tridimensional.
Si amamos la espiritualidad, ha de ser de un modo espontáneo, intuitivo, interior.
La espiritualidad debe florecer a través de una vida llevada con armonía, equilibrio,
estado de ánimo completo y especialmente enriquecido por el anhelo de superación
y perfeccionamiento. La nómina en la que establecemos esa relación, no significa
en modo alguno una obligación dimanante de una necesidad, de una seguridad o de
un seguro en la otra vida.
La espiritualidad es inherente a un cambio psicológico cada día, progresivamente,
de forma natural y espontánea. No podemos servir a dos señores a la vez: a nuestro
espíritu y a nuestro ego, a la mundanal existencia con sus obligaciones,
con sus derechos, con sus atenciones...
Es lógico que pensemos en nuestro equilibrio físico o material. En que consigamos
aquellas metas que nos hemos propuesto para cubrir unas necesidades, pero no es
lógico que esas necesidades a las que debemos asistir suplan, de algún modo,
la necesidad imperiosa de un cambio espiritual.
Es un hecho que el mundo gira y gira y no para de girar.
Es un hecho que las circunstancias son cambiantes en todo momento
y lo que hoy sirve, mañana no.
Es un hecho, que el presente es ahora y el futuro es ahora y, por lo tanto,
desmarcarse de este presente, creyendo que lo más importante ahora es centrar toda
nuestra atención en los problemas o necesidades materiales, por ser más apremiantes,
es vivir en una utopía.
Con amor. Sili-Nur.
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