EL HERMANAMIENTO LLEGARÁ
NO POR INFLUJO DIVINO, NO POR IMPERATIVO DIVINO,
SINO POR AMOR A NUESTROS SEMEJANTES”
-Sili-Nur-
Al igual que la semilla necesita de una buena tierra y la humedad correspondiente
para germinar, lo mismo sucede con los grupos de contacto. Éstos necesitan de una
buena tierra y de la humedad correspondiente, cual es el eco interno y el florecer de sus
manifestaciones e inquietudes, para dar la correspondiente apertura a todo un proceso
que ha de germinar y diversificarse en un planteamiento excepcional.
Ciertamente, todos podemos colaborar en mejorar nuestro entorno, y cuando
olvidamos que realmente podemos activar ciertas situaciones anómalas y nos dejamos
llevar por la impotencia, el desespero, la angustia, el temor, estamos cerrando el paso a
nosotros mismos y a los demás.
En general, se magnifican los problemas y se obstaculizan caminos y caudales
que podrían llevar al bienestar y al mejoramiento de la armonía y la felicidad de las
personas. De hecho, no estamos preocupados por el bienestar de los demás, sino por el
propio bienestar, por la comodidad, por la sensación de felicidad en busca de una
felicidad perdida que nunca hallaremos en el exterior y sí en el interior de cada uno de
nosotros, junto a un cambio radical de nuestros esquemas y planteamientos.
Hoy, padece el vecino. Mañana puede que padezcamos nosotros si no le ayudamos a
él ahora. Si no lo hacemos como si nos ayudásemos a nosotros mismos, entonces
estamos fallando en un aspecto muy importante, cual es el de la solidaridad humana.
El hermanamiento llegará no por influjo divino, no por imperativo divino, sino
por Amor a nuestros semejantes.
Realmente existen muchos desequilibrios pero, ¿os habéis preguntado qué
fundamento tienen los mismos y por qué aparecen en esta época tan drástica
y abundantemente? ¿No será, tal vez, para que nos demos cuenta de nuestra real
situación y modifiquemos nuestra actitud y nuestras acciones?
Se esperan grandes logros en este siglo. Indefectiblemente se llevarán a cabo por
imperativo cósmico. Porque el planeta necesita regenerarse y dar alumbramiento a una
nueva ciencia y tecnología y a una nueva espiritualidad, mucho más profunda
y duradera al mismo tiempo.
Se espera un cambio en ciernes muy importante, tanto, que incluso en planetas
paralelos se están estudiando determinadas reacciones, y su resultado puede llegar
a ser una gran lección cósmica en el afianzamiento de una nueva constitución social.
Es, verdaderamente, una gran lección la que se está obteniendo a través de vuestros
parámetros mentales y, lógicamente, esa experiencia debe servir para ilustrar, en un
futuro no muy lejano, otras civilizaciones de iguales o parecidas características a las
vuestras.
En realidad, estamos hablando de un cambio muy importante y que
verdaderamente aún no sois conscientes del todo. Es como contemplar una gran
extensión de terreno desde el mismo suelo y no poder llegar a cuantificar la cantidad
exacta de hectáreas que pueden corresponderle. Y, perdiéndonos en ese atrio del
horizonte, no llegar a percibir siquiera una mínima parte de su profunda existencia
y realidad.
No sabemos, a ciencia cierta, si vuestro anhelo verdadero es el despuntar hacia un
nuevo horizonte intelectual superior o si únicamente aspiráis a una vida tranquila,
materialmente hablando. A nosotros se nos presenta una doble elección y, la verdad,
es que consideramos que la dualidad al nivel en que estamos hablando no es posible.
Queremos decantarnos hacia un punto concreto, cual es la espiritualidad vista desde el
prisma de la regeneración cromosómica, desde el enriquecimiento neuronal y celular,
desde la mejora anímica y adeneística. No concebimos otro desarrollo que no sea el
espiritual. Bien entendido, que el desarrollo espiritual propiamente dicho puede tener la
consideración de una regeneración física completa.
Podemos disponer de una gran tecnología, de un gran conocimiento psicológico,
de mucha experiencia a través de miles y miles de años de investigación y de
experimentación, pero la psicología humana es tan sublime, está tan sabiamente
diseñada y organizada, que cualquier desliz por nuestra parte podría representar un
serio revés para muchos de vosotros.
No, no deseamos alterar ningún proceso, y más siendo un desarrollo tan
sabiamente identificado con la sublimidad de un pensamiento muy por encima del
nuestro. Queremos ser prudentes.
Preguntaros hasta qué punto estáis decididos a llevar a cabo la ilusión por un
nuevo planteamiento espiritual. La cuestión está en aprender a diagnosticar, con
antelación, cualquier circunstancia futura y más, cuando entra en juego una esporádica
revisión de antecedentes. Que esto significa un examen global e intrínsecamente ligado
al buen funcionamiento de una masa humana planetaria que, o debe dar todo lo que
lleva de sí, o renunciar taxativamente a su propio perfeccionamiento espiritual.
Con amor. Sili-Nur.
Comentarios
Publicar un comentario