NUESTRO SER NO ES EGO, 
NUESTRO SER ESTÁ POR ENCIMA. 
Y POR DEBAJO DEL AMOR.


Es evidente que el intelecto, el pensamiento determinista
englobado en el mundo tridimensional, es complicado, es complejo, es
cambiante, es miedoso, disfruta del apego, y desea fervientemente
mantenerse en la primacía de un desarrollo evolutivo. 

Es evidente también que le damos alimento, y él se crece y se
crece hasta convertirse en dueño y señor de nuestro deambular, de
nuestra vida, de nuestra existencia, incluso de nuestros pensamientos.
El ego está en todas partes del mundo tridimensional. Está en
nosotros mismos y está en los demás. Y está en todas partes, como
digo, preparado para “saltar” y “atacar”, y “destruir” al mismo tiempo,
todo intento de perfeccionamiento del pensamiento.
Es un trabajador infatigable y aporta a la realidad de la existencia,
en todos los universos, un aporte de energía y de eficacia, porque
gracias a él podemos contrastar la verdad de la realidad circunstancial,
podemos observar discrepancias y establecer parámetros comparativos.
Aunque él está convencido de que al final ganará la batalla, porque así
está concebido, en la creencia de que va a ser el ganador.
Claro, va a ser el ganador en este mundo tridimensional porque él
es amo y señor, él es su dueño. Pero él no somos nosotros, en nuestro
interior. Nuestro Ser no es ego, nuestro Ser está por encima. Y por
debajo del amor.

Por lo tanto, las cartas a nuestro favor siempre están en nuestras
manos. Aunque a veces en el juego aparezca como perdedor el propio
hombre, no es en verdad un perdedor. Es un ganador nato y lo único
que necesita es un contrincante, ese contrincante se crea en el ego.
Y en esa superposición establece un diálogo consigo mismo pero,
al final del diálogo, el único que va a ganar será la verdad, nosotros
mismos. Porque nosotros mismos somos quienes hemos creado esa
contraparte para escenificar una función.

Entonces, lo más probable es que entresacando lecciones poco a
poco de nuestro rival, actuemos también a veces ignorantes de la
realidad que nos circunda, y nos creamos a pies juntillas lo que el ego
nos dice. Y a veces también nos dice que tiene mucho poder, y nos lo
creemos.
Y a veces el ego también nos dice, aunque no nos lo digamos
nosotros mismos y sí a través de los espejos tridimensionales, eso es,
otro hermano nos diga que podemos enfermar, y así nos lo creemos, y
en esa creencia enfermamos.
Pero en realidad todo es un juego, un juego que elaboramos
nosotros mismos en la adimensionalidad para experimentar aquí, en la
tridimensionalidad.
Shilcars.



Comentarios

Entradas populares de este blog

“VINISTE DE LAS ESTRELLAS, ¿LO RECUERDAS?”

LOS CAMINOS QUE CONDUCEN A LA VERDAD SON INFINITOS

CÓMO LLEGAR AL PUNTO DE EQUILIBRIO, DONDE UNO TRASCIENDE.

LAS SOCIEDADES ARMÓNICAS

2014 - UN AÑO CRUCIAL PARA EL DESARROLLO DE VUESTRAS PERSONAS