UN NUEVO DÍA SE ACERCA
“Lentamente florecerá el alba del sol en el ser humano.
Un nuevo día se acerca.
Debemos estar expectantes ante lo que va sucediendo.
Y, aunque lo veamos confuso,
aunque nos parezca que los signos
no son lo favorables que sería de desear,
pensemos que en todo cambio de estructuras
es necesario partir de cero.”
MELINUS
oOo
Queridos amigos, soy Melinus.
Tenéis ante vosotros un gran reto: la Perfección.
No obstante, tenéis también grandes dudas. Si bien todo cuanto se aprende tiene su
grado de dificultad. Y, siendo normal el ansia por perfeccionarse, también es normal saber
dosificar dichas inquietudes.
Cierto que no es más sabio el que lee mucho sino el que asimila mejor. Y cierto
también que sumándonos a las corrientes de pensamiento, conformamos un estado de
evolución probablemente más eficaz que el pensamiento único. Pero, igualmente cierto
que pecamos de soberbia muchas veces, y ello nos lleva a sobrevalorarnos demasiado.
Por eso nos equivocamos tantas veces.
Sin embargo, siempre podemos especializarnos en alguna cosa, por ejemplo, en
mantener viva la llama de la espiritualidad. Para dicho cometido no se precisan estudios
superiores, ni títulos, ni prebendas, ni autorizaciones administrativas. Para llevar a cabo el
trabajo de superación espiritual sólo se precisan dos normas básicas: el conocimiento que
adquiramos en base al amor y el trasladarlo a los demás con el mismo amor.
Por supuesto que es necesario saber esperar pacientemente a que las cosas maduren
y, en especial, florezcan. El camino es duro y más cuando no se sabe exactamente qué
atajo tomar.
Los caminos parecen iguales cuando se empiezan a caminar, y unos serán más
largos que otros. Aunque sin la reflexión oportuna, en ambos podemos andar por un
circuito cerrado, que no espiral vibratoria, y no darnos cuenta de que el recorrido es
recurrente.
En nuestro caminar será preciso poner más intuición que inteligencia. Intuición que
se alcanza en base a profundos estados de meditación y reposo. No un reposo físico,
aunque algunas veces sea necesario, sino un reposo mental. Cuando todas nuestras células
lo están, actúan como si de una única célula se tratara. Lo que vosotros denomináis estado
Alfa.
Entonces uno penetra en una nueva dimensión de los sentidos internos. Entonces
uno abraza y paladea aquello que parece increíble que esté presente en nosotros, y que de
hecho esté tan cerca.
Por todo ello, no nos detengamos en el estudio de lo imposible. Hagámoslo en el
estudio de lo transmutable. En la transmutación de las energías está el desarrollo espiritual
y anímico del ser humano.
Por consiguiente, no nos detengamos en la mejora de nuestros aspectos materiales.
Estos se desmejoran aunque no queramos.
Detengámonos en la mejora espiritual. Con amor y respeto. Normas básicas para
establecer el debido equilibrio interno, y que este haga posible el traspaso hacia esa otra
dimensión de la que el Hombre es acreedor.
Lentamente florecerá el alba del sol en el ser humano. Un nuevo día se acerca.
Debemos estar expectantes ante lo que va sucediendo. Y, aunque lo veamos confuso,
aunque nos parezca que los signos no son lo favorables que sería de desear, pensemos que
en todo cambio de estructuras es necesario partir de cero.
Al igual que el Ave Fénix renace de sus cenizas, así debe hacerlo el propio
Hombre. Renacer de sus propias cenizas, que para ello dispone de inteligencia, voluntad y
libre albedrío.
El Hombre no debe dudar de su propia capacidad de regeneración.
El Hombre debe procurar reflexionar y establecer comunicación lo más sincera
posible consigo mismo.
El Hombre debe armarse de valor y desterrar para siempre el miedo que le atenaza.
Si desaparece su miedo, cual fantasma que la mente cuida de proporcionarle siempre, el
Hombre se elevará, y volará cual gaviota libre de ataduras.
El Hombre, domesticado por el medio que le rodea, suele volverse un holgazán, y
espera luego a que le llenen la copa y el plato.
Sólo cuando el Hombre se da cuenta de que está inmerso en un profundo sueño de
los sentidos, es cuando puede remontarse hacia lo más alto.
La llama del triunfo florece en el pensamiento humano cuando uno se da cuenta en
qué clase de vía muerta se halla. Es entonces cuando el Hombre empieza a despertar del
profundo sueño de los sentidos y asume su verdadero papel: el de la búsqueda de la
perfección y elevación hacia las estrellas.
Con Amor. Melinus.
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