APLICARNOS EN LA UNIDAD

No os distraigáis, también os dice el cosmos, y nosotros, 
como hermanos más cercanos, os lo transmitimos y os decimos:
no os durmáis, amaros profundamente, respetaros. No codiciéis,
no ambicionéis. Lo tendréis todo cuando no dispongáis de nada, 
lo tendréis todo cuando lo entreguéis todo. 

Queridos amigos, hermanos, atlantes todos, muy buenas tardes, 
soy Shilcars del planeta Agguniom.
Sí, efectivamente, todo es un compendio de dificultades. ¿Qué sería
de nosotros si no las hubiere? ¡Qué aburridos estaríamos! ¡Qué soso sería
nuestro estado, insustancial!.
Claro, falta motivación, y para eso estamos aquí todos nosotros,
diferentes, con distintas creencias, incluso con dogmas de todo tipo, 
que hace muchas veces imposible el diálogo, y también el entendimiento, 
y esto nos trae dispersión, confusión, desasosiego.   
Mas todo ello hace que nos esforcemos cada día más y más, para
llegar a un entendimiento, a la unificación de nuestros pensamientos. Todo
y sabiendo que desde un principio hemos patrocinado nosotros mismos, en
base a un compromiso, que seríamos distintos, que actuaríamos en distintos
papeles, que incluso nos haríamos la zancadilla, pero que todo ello iba a 
conseguir o para conseguir el estimulo suficiente como para llegar a entendernos
 Y así es. Cuando hay dificultad, cuando no hay entendimiento entre
las partes, se precisa de un diálogo, de un reconocimiento, de una amistad,
de una hermandad. Y este es el papel y el destino, último, de nuestro estar
aquí y ahora: alcanzar la hermandad. Que no significa otra cosa que
amarnos profundamente, aun sabiendo que somos distintos. 
Porque no olvidemos que todos los que estamos aquí fluctuamos en
una banda vibracional más o menos igual, muy pocas diferencias en
sintonía, las suficientes para obligarnos a entendernos, a amarnos, a
colaborar juntos en un bien común, en el respeto a todo lo que nos rodea.

Así pues, si existen diferencias entre todos nosotros, y llegamos a
entender, a asumir, que dichas diferencias son tan solo una apariencia,
porque en el fondo somos iguales, en el fondo somos hermanos, porque
hemos nacido de la misma matriz energética que se ha desprendido del
Fractal, ese gran desconocido pero bienhechor de todas las consecuencias
de la manifestación, entenderemos, digo, que nuestra única obligación,
nuestra misión, es llegar a entender este proceso y aplicarnos en la unidad. 
La presente humanidad, que podría definirse como una humanidad
con un determinado nivel vibratorio, favorecido por el sistema adeneístico
y cromosómico, dicha humanidad, data de miles, cientos de miles de años. 
En un principio se diseñó así, por quien tiene esa facultad, y todos
nosotros, en este caso vosotros, que vivís en este lindo planeta azul,
aceptasteis resolver la cuestión, poniéndole mucha más dificultad a vuestra
presencia aquí. Y expresamente aceptasteis ciertas limitaciones
cromosómicas, para de alguna forma hallar la iluminación, todo y que los
componentes adeneísticos y cromosómicos eran y son -pero no serán insuficientes. 
Esto quiere decir que se nos da la oportunidad a través de la
comprensión, del amor, de la hermandad, siendo distintos, de llegar a vibrar
de tal forma que por nosotros mismos, a través del propio esfuerzo,
consigamos enriquecer el ADN, nuestra sabia naturaleza y fundirnos,
definitivamente, en la comprensión de todos los elementos atlantes que
pueblan todo el universo, visible e invisible. 
Esto quiere decir, además, que la presente humanidad, eso es, todos
vosotros, estáis en una especie de paréntesis. Claro, no podéis uniros a esa
hermandad universal, por cuanto no es posible, dado que faltan ciertos
requisitos para ello. 
Pero aquí estáis, estáis aquí presentes, y nosotros, modestamente y
humildemente, intentando que os deis cuenta y con ello despertéis de este
gran letargo y os apliquéis en la consecución de vuestro propio
compromiso, que es venir aquí por última vez y despertar. 

Que la iluminación llegue a vuestras mentes, que vuestro ADN
culmine su proceso de conformación, y de estructura, que vuestros
cromosomas aprendan la inmortalidad, en definitiva, que sepan regenerarse
por sí mismos y dejar la recurrencia, de vida y vida, pesares, satisfacciones,
reencarnaciones, retornos. 
Que termine finalmente esa rueda, que es únicamente por limitación,
y que podáis despegar definitivamente, con nuevos bríos, y alzaros y
sobrevolar un nuevo cielo. En el fondo son nuevos universos que vais a
conocer, que están aquí, en vosotros mismos, que no veis, pero que están. 
Y multitud de hermanos os están llamando desde todos los rincones
del cosmos, y os están diciendo, a grandes voces, dentro de vuestra
consciencia: ¡despertad!, ahora es el momento, no os durmáis, no os
disperséis, no os dejéis encantar por los cantos de sirena, acelerad el paso,
uniros en un pensamiento común y venceréis la entropía. 
También os dicen que hay fuerzas, que su objetivo lo cumplen
fielmente, fuerzas energéticas que intentan torceros en este proceso, es su
misión, es su papel, ellos o ellas no tienen la culpa. La única
responsabilidad, si cabe de todo ello, depende de todos y cada uno de
nosotros, dejar por fin de mirarnos al ombligo, de creer que somos los
dueños del universo, de creer, cada uno de nosotros, que somos lo mejor de
lo que hay. 
Que empecemos a través de la humildad, de la paciencia, de la
entrega sin esperar nada a cambio, que pensemos, también nos dicen, que
todos y cada uno de nosotros somos una parte de este fantástico universo,
fantástico por ilusorio, por irreal, pero tan necesario para la transmutación y
la iluminación. 
Y que digamos que ya es el momento de unirnos, porque siendo
partes de una misma cosa, unidos la conformaremos en su totalidad, y así
este puzle, fantástico puzle también, que está desperdigado, inconexo, vaya
uniéndose y conformando un gran mosaico, el mosaico de la humanidad
futura. 
Pero no penséis en un futuro de miles de años, pensad en un futuro
muy corto. Y la humanidad ahora sí, ahora ya está preparada para asistir a
ese momento, porque es su momento. 

No os distraigáis, también os dice el cosmos, y nosotros, como
hermanos más cercanos, os lo transmitimos y os decimos: no os durmáis,
amaros profundamente, respetaros. No codiciéis, no ambicionéis. 
Lo tendréis todo cuando no dispongáis de nada, lo tendréis todo 
cuando lo entreguéis todo. Y con esto me estoy refiriendo a la entrega 
amorosa, a la ayuda sin esperar nada a cambio.   
Aquí, en la Confederación, hemos de deciros que no nos importa,
para nada, el que seáis más ricos o más pobres, cada uno lo que sea, que
tenga lo que tenga. Tampoco indicamos ni sugerimos que debáis entregar
vuestras riquezas. No, no, cada uno con su carga, cada uno verá lo que
puede llevar, cada uno valorará sus posibilidades y sabrá si sus alforjas son
ligeras o pesadas, si le permiten avanzar más o menos rápido, pero eso cada
uno lo verá. 
Aunque sí puedo asegurar, amigos, hermanos todos, que cuanto
mejor se anda, cuando se va más ligero es con ligeras alforjas, porque el
mundo se hace andando y andando puede uno llevar muy poco peso, 
si quiere ir ligero. 
Os mando mi bendición, amor, Shilcars

Comentarios

Entradas populares de este blog

“VINISTE DE LAS ESTRELLAS, ¿LO RECUERDAS?”

LOS CAMINOS QUE CONDUCEN A LA VERDAD SON INFINITOS

CÓMO LLEGAR AL PUNTO DE EQUILIBRIO, DONDE UNO TRASCIENDE.

LAS SOCIEDADES ARMÓNICAS

2014 - UN AÑO CRUCIAL PARA EL DESARROLLO DE VUESTRAS PERSONAS